Hablemos de la principal complicación y efecto adverso de los anticoagulantes orales, el incremento en el riesgo de sangrado, que puede ser grave y difícil de controlar, a la par de la hemorragia intracraneana (HIC), su complicación más temida. Y es que desde la introducción de este tratamiento, una preocupación constante ha sido la ausencia de agentes específicos para revertir su efecto en caso de hemorragia graves o necesidad de cirugía de urgencia.
Es importante mencionar que es la edad del paciente un factor de riesgo significativo para el sangrado, así como la fragilidad que éste tenga en cuanto al riesgo de caídas o si se encuentra bajo tratamiento de drogas sedativas. Es por eso que, y a pesar de la amplia evidencia clínica que tienen los anticoagulantes orales como método para prevenir un accidente cerebrovascular en personas con fibrilación auricular, hay pacientes que no son aptos para esta terapia.
Por esa razón es fundamental que todos los pacientes con fibrilación auricular deben ser valorados con la escala HAS-BLED para determinar el riesgo de hemorragia, donde una puntuación de 3 o más indica un alto riesgo de sangrado. Para estos pacientes se recomienda la alternativa de tratamiento WATCHMAN™, el cual ofrece una disminución del riesgo de accidente cerebrovascular comparable a la warfarina, así como una disminución del riesgo a largo plazo de las hemorragias causadas por los anticoagulantes1.
Referencias:
1. Holmes DR Jr, Doshi SK, Kar S, et al. Left atrial appendage closure as an alternative to warfarin for stroke prevention in atrial fibrillation: a patient-level meta-analysis. J Am Coll Cardiol. 2015;65(24):2614-2623
